jueves, 27 de mayo de 2010

Diseño experimental pero funcional

El diseño gráfico actual está tomando un camino sumamente diverso. Las tendencias ya no tienden hacia nada en específico y es ahí cuando entendemos que lo valioso de un diseñador es y ha sido siempre, atreverse a proponer sobre todo lo ya existente.

En lo personal, me considero una persona que gusta de experimentar con su profesión. Al fin y al cabo el diseño es considerada una actividad creativa y un tanto artística. Esta premisa me permitió interpretar a mi carrera, como un acto de mera expresión; que sí, efectivamente parte de ideas sólidas que buscan comunicar mensajes profundos, no deja de ser toda una experiencia personificada de libertad, diversión y funcionalidad.

“Si experimentar significa actuar de forma innovadora respecto a la tradición establecida, toda obra de arte que consideramos significativa ha sido a su manera experimental.”

En el párrafo anterior cite una de las grandes aportaciones de Umberto Eco. En su afán por entender mejor el comportamiento del hombre como ser social, se cuestiono muchas cosas, entre ellas, la razón por la que el ser humano gusta de ser diferente, de ser vanguardista. El dice que cualquier acto artístico significativo, tuvo que partir de una gran experimentación, pero que indudablemente siempre habrá diseñadores más experimentales que otros. Lo anterior propicio la propia reflexión en mi: ¿Qué tanto buscamos ser reconocidos por ser diferentes? ¿Buscamos encontrar el hilo negro de nuestra profesión?, ¿Deseamos en el fondo la verdadera aprobación?

Es entonces cuando comprendo mejor la postura del diseño experimental. El primer aspecto a considerar es que el autor experimental se caracteriza sociológicamente por su voluntad de hacerse aceptar . Busca conseguir la aprobación por medio de obras experimentales. Desea captar la atención de una manera no común, postulándose como opositor. Estas razones han venido arraigándose en nuestra mente, desde hace ya muchos años. En la historia de todos los tiempos, siempre ha existido el grupo marginado que pensaba “diferente” y que nadie comprendía. Los que han decidido seguir estos pasos aún no entienden el funcionamiento de una sociedad renovada.

A lo largo de 4 años de carrera, yo he entendido muchas otras cosas. Entre ellas, identifiqué mi afán por comunicar de manera alternativa, pero no por ser diferente sino porque conforme a mis experiencias, me he dado cuenta que una idea por mas propositiva que sea, difícilmente es volteada a ver sino se hace el suficiente ruido. Y es que definitivamente el comportamiento del hombre es sumamente complejo. Busca querer ser reconocido pero le da miedo atreverse a hacerlo; busca que las cosas mejoren, pero no empieza por el mismo; quiere encontrar la felicidad eterna, pero no analiza lo que eso significa.

Afortunada o desafortunadamente, en el diseño sucede de la misma manera. Hay muchos que desean proponer, pero sus deseos se quedan estancados debido a que un trabajo estable y bien pagado se interpuso en su camino. Cuando esto sucede, el poder que se empieza a tener de manera veloz y práctica, incapacita el razonamiento y la visión, creyendo que el convertirse en robot solo le pasa a los tontos.

Pero existen muchos otros que no dejan de creer en sí mismos, que no dejan de luchar por expresarse de manera individual en un proyecto colectivo. Luis Alberto Díaz, VENA2, es un vivo ejemplo de ello.

“Tengo la experiencia y habilidad para llevar al cliente hacia las ideas en las que creo, pero cundo no las acepta, simplemente cambio de propuesta, tampoco soy tan ególatra”.

Palabras sencillas y claras sobre lo que un buen diseñador es capaz de hacer. Lo principal es comunicar las ideas hasta en el más mínimo detalle, incluso en la capacidad de ceder ante el cliente. Cuando un diseñador tiene muy definido su estilo, visión y filosofía, no importa cuantos la vean y se la compren, él, firme creyente en su diseño, seguirá proponiendo y experimentando con el diseño para comunicar grandes mensajes.

El diseño es arte pero debe vender: “Al final de cuentas, los clientes quieren vender, y este objetivo se puede lograr también con diseño experimental y divertido”.

Palabras que emanan de un reconocido diseñador mexicano que ha logrado realizar proyectos para clientes en Japón, Estados Unidos y México me inspiran a seguir creyendo en mi diseño. Creo que siempre existirán limites en cuanto a la comunicación, sin embargo, esta en los diseñadores el crear nuevas manera de cruzarlos; no invadiendo ni destruyendo, sino creando.

Admiro mucho a personas como VENA2, que sin más, entienden su profesión como una actividad de libertad artística y pura expresión. En cada trabajo reflejan un poco de lo que son, la gente lo reconoce y por eso siguen luchando por venderse de manera diferente, de manera experimental.

Lo experimental consiste en la capacidad intelectual de hacer entender al otro hasta de la manera mas burda lo que queremos que entienda; en eso radica nuestro poder como diseñadores, eso es por lo que debemos luchar.

El diseño puede ser visto de la manera que cada quien quiera que sea visto, para mi la finalidad última es que el diseño enriquezca al mundo gracias a mensajes de contenido alucinante que son transmitidos por medio de gráfica impactante. Y talvez sí, busco ser una diseñadora diferente y experimental; pero una vez que el ojo está fijo sobre mi, lo sorprendo y cautivo para que visualice lo sorprendente que es atreverse a ver más allá.


martes, 25 de mayo de 2010

No dejemos que el mundo nos destruya; Una reflexión alternativa.

El tan aclamado tema de hoy "Salvemos al planeta", responsable de libros estimulantes, películas absurdas, campañas masivas, comerciales sosos y demás recursos generados hoy en día por la gente poderosa del mundo, provocan que la propia reflexión del grandioso Paulo Coelho acerca de la vanidad del hombre verdaderamente me horrorice.


"¿Cómo podemos ser tan arrogantes? El planeta fue, es y será siempre más fuerte que nosotros. No podemos destruirlo. Si traspasamos una determinada frontera, nos eliminará por completo de su superficie, y seguirá existiendo."


Citando las sabias palabras del mencionado escritor, llegaron a mi verdaderas situaciones de peligro que el hombre cree firmemente tener bajo control. Las razones, entre muchas de ellas, son el egoísmo y la constante necesidad de saberse poderosos. La supremacía adquirida genera por consecuencia una seguridad que parece indestructible y que los hace pensarse de tal manera, llevando al hombre a la completa decadencia de valores y personalidad.


Es indignante ver como la gente de hoy, la "gente bien" se jacta de sus recientes actividades en pro de un mejor mundo y se perciben como seres incapaces de manifestar tal nivel de renovación en sí mismos. ¿Cómo es que pueden salvar al mundo entero si no han empezado por salvarse a sí mismos de su autodestrucción?