miércoles, 16 de febrero de 2011

Nuestra utopía


Regresemos a lo que alguna vez fuimos; Seamos lo que nunca hemos podido ser.


Una imagen sugerida por los sentidos que carece de verdadera realidad; por definición es lo que significa vivir fuera de nosotros, o mejor dicho, ser una ilusión. Nuestro comportamiento social esta regido por absurdas y contradictorias maneras de "deber ser". Hemos hecho y deshecho de todo para aseguranos a nosotros mismos que asi es como debemos funcionar. Queremos pensar que existe un código que nos asegura la felicidad eterna. Buscamos lo que en el fondo no deseamos y es ahí cuando empiezan los problemas...


Vivimos confundidos y frustrados por ignorarnos para seguir un patrón que aparentemente ha funcionado por millones de años y que la gente que nos rodea se empeña en asignarnos. Somos capaces de entenderlo, asimilarlo y aplicarlo, pero dudo mucho que seamos capaces de transformarlo hacía nosotros para entonces si sentirnos parte de una realidad. Talvez estoy exagerando pero creo que la manera en la que nos han enseñado a convivir en sociedad ha sido la más compleja y errónea; no busco vivir de la manera más sencilla posible, simplemente busco mi realidad.


Empiezo a creer que solo formamos parte de un sistema muy bien planificado, sigo sintiendome extrañamente ajena. A veces las cosas parecen tomar un ritmo y logran sonreírme, a veces no tanto. Sin embargo, me cautiva cuando por momentos el código se fragmenta y aparecemos espontáneos.


Cada quién crea su propia ilusión, unos más apegados a lo que verdaderamente son, otros simplemente buscan elevarse. Entonces... Si al verme logras sonreír, ¿es por qué me has percibido tal cual soy? o ¿por qué has encontrado la manera de envolverme en tu ilusión?




2 comentarios:

  1. Pues sí, no soy yo, somos parte del freak show llamado sociedad. Así nos vamos creando cual ilusiones sacadas de un caja de Lucky Charms, un domingo a las 8 am viendo a Chabelo con sus cataficcias. Eso somos así de feo, tal cual suena, somos un conjunto de ideas que otros creen de nosotros y nosotros tristemente las creemos también, es algo que le llaman "Horizonte de sentido o marco referencial" es esto que no podemos deshacernos de ello, es ser parte de una cárcel formada de algo más que simples barrotes, son ideas, ideas de todos.
    Dicen los que se llaman los comunitaristas que sin eso no podemos existir, que simplemente no hay realidad (no importa que tan loca sea) que se escape de este marco referencial. También dicen que simplemente pasamos la vida buscando la afirmación y la confirmación de los demás, que sin la comunidad y esta utopía simplemente no existimos.
    Pero te tengo una solución, ellos llegaron a la conclusión que el lenguaje es aquello que nos permanece unidos a una sociedad, es lo que nos permite interactuar y diseñar nuestras ilusiones, nuestros pequeños mundos de cristal (si me permites llamarles así) conste que son tan buenos estos tipos que nos dicen que no sólo es el lenguaje escrito, es el corporal y prácticamente todo lo que sirva para comunicarnos, así que ya sabes como despegarte de la realidad, como encontrar un momento de pura originalidad, inventa tu lenguaje, algo así como el glíglico de Cortazar, algo que simplemente no dependa de las palabras. (ojalá haya una forma de ser yo sin dejar de ser yo, no lo sé, me gustaría experimentar un poco de libertad.)
    Hace poco me recomendaron un libro, hoy yo te invito a leerlo, un libro que de verdad va a enmarcar que tan arraigados estamos a ser una ilusión en el mundo, se llama; Uno, ninguno y cien mil, de Luigi Pirandello, espero que te gusten las narices grandes, pues al protagonista eso le va a causar más que una crisis de identidad.
    Yo creo que siempre seremos parte de muchas ilusiones, unas buenas, otras malas, otras simplemente peores, lo que nos queda es construir una ilusión lo más cercana a lo que nosotros queramos decir de nosotros mismos, somos como un cuadro o un texto, al final cada quien sabrá que conoció de cada quien. Siempre seremos constructores de ilusiones.

    saludos amiga

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  2. Gracias por leerme amigo... seguiré tu recomendación del libro.

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